Él dirigió en Costa Rica,
durante 22 años, el programa de televisión "La Esquina del Tango" y
en este vídeo nos cuenta algunas de sus anécdotas y enseñanzas. Entrevista a
cargo de José Ruperto Arce, enero 17 de 2020.
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lunes, 20 de enero de 2020
Entrevista con el Dr. Fernando Tristan: Un pionero del tango en Costa Rica.
viernes, 1 de junio de 2018
El abrazo en el tango
El abrazo en el tango. Existe entre los bailarines un espacio magnético, generado en medio del abrazo. Ese espacio está lleno de contenido y significado que es aportado por ambos, creando así una intimidad que encierra el abrazo impenetrable para los que están afuera. A este espacio se le llama "campo magnético" porque es algo virtual, imaginario, no existe una distancia exacta entre un cuerpo y el otro, así como tampoco una sola forma de abrazar en el Tango. Lo importante es que los cuerpos puedan estar unidos y crear cierta complicidad entre los dos. Me interesa analizar el abrazo porque es la forma en que los cuerpos se unen y permiten la conexión entre los sujetos que bailan. “La pareja en su abrazo y su andar aletargado nos oculta algo bien íntimo, (un espacio reflexivo de la psique), pero desde otra perspectiva se nos ofrece como algo a ser mostrado y notado por un espectador”- dice Lavalle Cobo.
El tango tiene una especie de efecto introspectivo, un viaje a nuestro interior en esa búsqueda de la identidad incierta, en el que todos somos inmigrantes de nosotros mismos. En el abrazo nos encontramos una y otra vez, nos resignificamos en cada encuentro. Las mujeres se sienten contenidas ante el abrazo envolvente del hombre. El abrazo en el hombre reafirma su masculinidad de manera tierna, sensible, circundante y al mismo tiempo ofrece seguridad a la mujer en la conducción.
El baile de tango está bien logrado si al mirar cómo se mueve una pareja el observador percibe una sola unidad y no dos partes separadas. En eso consiste justamente la esencia del tango, en la fusión de los cuerpos. No hay mejor frase que la de Sonia Abadi en este libro recién mencionado, donde caracteriza de manera muy gráfica eso que una pareja de tango despierta en el observador: Animal de dos cabezas, un solo cuerpo y cuatro patas. Ser mitológico mitad hombre y mitad mujer. Monstruo que se abraza a sí mismo. Entrevero de piernas que se esquivan y se rozan. Mosaico de piel morena con piel clara, piernas vestidas y desnudas, brazos fuertes y brazos frágiles.
En una milonga, el primer encuentro es el de la mirada, eso quizás prosiga en acordar bailar juntos, para luego reencontrarse finalmente en el abrazo, donde otros sentidos se ponen en juego. En la danza del tango hay una búsqueda del contacto con el otro. No sólo física, también interior. Cada sujeto se afirma como ser humano, moldeando su identidad y su razón de ser en ese encuentro con el sexo opuesto, donde existe cierto respeto y reconocimiento. El abrazo es un espacio de mutua reciprocidad, que se comparte y nunca se invade.
“El abrazo, el contacto físico se esfuerzan por conjurar la imposibilidad del decir…el contacto piel a piel da un respiro en medio del sufrimiento, un eventual apoyo para rechazarlo…el individuo desgarrado encuentra brazos que atenúan su abandono… le permite al sujeto construirse un envoltorio tranquilizador en la prolongación del cuerpo de los demás”.
Actualmente, en las milongas argentinas, a partir del diálogo con la gente se puede ver cómo muchos milongueros asisten a estos lugares con el fin del encuentro con el otro. Algunos van a buscar pareja, otros amistad o simplemente una contención a través del abrazo.
El tango tiene una especie de efecto introspectivo, un viaje a nuestro interior en esa búsqueda de la identidad incierta, en el que todos somos inmigrantes de nosotros mismos. En el abrazo nos encontramos una y otra vez, nos resignificamos en cada encuentro. Las mujeres se sienten contenidas ante el abrazo envolvente del hombre. El abrazo en el hombre reafirma su masculinidad de manera tierna, sensible, circundante y al mismo tiempo ofrece seguridad a la mujer en la conducción.
El baile de tango está bien logrado si al mirar cómo se mueve una pareja el observador percibe una sola unidad y no dos partes separadas. En eso consiste justamente la esencia del tango, en la fusión de los cuerpos. No hay mejor frase que la de Sonia Abadi en este libro recién mencionado, donde caracteriza de manera muy gráfica eso que una pareja de tango despierta en el observador: Animal de dos cabezas, un solo cuerpo y cuatro patas. Ser mitológico mitad hombre y mitad mujer. Monstruo que se abraza a sí mismo. Entrevero de piernas que se esquivan y se rozan. Mosaico de piel morena con piel clara, piernas vestidas y desnudas, brazos fuertes y brazos frágiles.
En una milonga, el primer encuentro es el de la mirada, eso quizás prosiga en acordar bailar juntos, para luego reencontrarse finalmente en el abrazo, donde otros sentidos se ponen en juego. En la danza del tango hay una búsqueda del contacto con el otro. No sólo física, también interior. Cada sujeto se afirma como ser humano, moldeando su identidad y su razón de ser en ese encuentro con el sexo opuesto, donde existe cierto respeto y reconocimiento. El abrazo es un espacio de mutua reciprocidad, que se comparte y nunca se invade.
“El abrazo, el contacto físico se esfuerzan por conjurar la imposibilidad del decir…el contacto piel a piel da un respiro en medio del sufrimiento, un eventual apoyo para rechazarlo…el individuo desgarrado encuentra brazos que atenúan su abandono… le permite al sujeto construirse un envoltorio tranquilizador en la prolongación del cuerpo de los demás”.
Actualmente, en las milongas argentinas, a partir del diálogo con la gente se puede ver cómo muchos milongueros asisten a estos lugares con el fin del encuentro con el otro. Algunos van a buscar pareja, otros amistad o simplemente una contención a través del abrazo.
Literatura consultada:
4- Sonia Abadi, "El bazar de los abrazos, crónicas
milongyeras", Ediciones Lumiere, Buenos Aires, 2005
5- David Le Breton, "El Sabor del Mundo, una
antopología de los sentidos", Buenos Aires, Nueva visión, 2007, Pág. 198
Tomado del blog:
"http://tangoinvestiga.blogspot.com"
miércoles, 11 de abril de 2018
Canyengue
miércoles, 7 de febrero de 2018
Día del Bailarín de Tango
Descripción:
En honor al Cachafaz, bailarín de tango que falleciera en la ciudad de Mar del Plata luego de una actuación un 7 de Febrero de 1942, se crea en su homenaje el Día del Bailarín de Tango. Su historia forma parte de la mitología del tango. Carmencita Calderón era su compañera de baile, una señorita menor de 20 años. El Cachafaz nace un 14 de febrero de 1885 en Boedo e Independencia.
jueves, 18 de enero de 2018
¿CÓMO APRENDER A BAILAR TANGO SOCIAL?
El famoso bailarín de tango, Carlos Neuman,
con muchísimos años de experiencia, bailando al menos cuatro horas
diarias, cinco días a la semana e impartiendo muchas clases como instructor; menciona
en su página web importantes conceptualizaciones y consejos a modo de guía para
quienes apenas estamos incursionando en la cultura del tango.
El abrazo del tango entre dos personas
moviéndose al ritmo de la música produce lo que muchos llaman “La magia del
tango” en consecuencia con la frase de Discépolo “El tango es un sentimiento
que se baila”
Neuman ha puesto en boga, lo que él ha dado
en llamar “Las majestades del tango” quiere decir que en el tango el príncipe
es el abrazo, princesa es la improvisación, reina es la
musicalidad y el rey lo es el sentimiento.
Bailar bien NO es solamente verse bien, es
adaptarse mutuamente a la pareja para disfrutar la pieza y terminar el baile
con el sublime placer de la satisfacción. El tango se baila en estado de
relajamiento (sin tensiones ni esfuerzos corporales) ambos bailarines usando el
lenguaje del cuerpo; el hombre marcando con intenciones corporales y la mujer
siguiéndolas de manera natural.
Se recomienda durante el proceso de
aprendizaje, tomar clases de musicalización y escuchar mucho tango, porque para
bailar bien se requiere llevar el ritmo indefectiblemente. Los ejercicios de
cambio de peso y de equilibrio, son aburridos pero imprescindibles.
En el baile del tango nadie tiene la
verdad, cada maestro enseña diferente según sus conocimientos y cada persona
baila como es, como lo siente y como su cuerpo lo permite.
Según la experiencia de C. Neuman, luego de
haber aprendido el baile del tango con una variedad enorme de profesores y
haber bailado durante muchos años en las milongas de Buenos Aires; él tiene una
propuesta para enseñarnos “Cómo bailar tango”
La etapa de aprendizaje, indefectiblemente
todos la tenemos que pasar. Las personas hábiles podrán aprender varios pasos
en simultáneo, otras solo secuencialmente, pero en todos los casos el avance en
el aprendizaje será en la medida que nuestra mente y cuerpo lo hayan asimilado y practicado hasta dominarlo.
Ahora bien, el esfuerzo tiene un límite que
está dado por las características particulares de cada mente y cuerpo. Debemos
tratar de identificar nuestro límite y tratar de NO sobrepasarlo para no sufrir
sino disfrutar; por ejemplo, si el cuerpo no disocia bien, no hacer ochos hacia
atrás. Si el aprendizaje del movimiento se hace sin esfuerzo físico y con
naturalidad, más rápido se logrará el objetivo y por ende la liberación de la
mente para disfrutar de los sentimientos.
Se recomienda diversificar en profesores
porque cada uno enseña lo que mejor sabe o domina y todos enseñan distinto, no
siempre el mejor bailarín es el mejor instructor. Algunos se concentran en la enseñanza de pasos
y secuencias coreográficas, otros en la caminata, otros en la musicalización,
otros en el abrazo, otros en ejercicios de equilibrio y/o cambio de peso, otros en la conexión, otros
en el dominio del espacio en el campo de baile, etc. etc. Entonces el alumno
que logra nutrirse de lo mejor que ofrece cada instructor, practica bastante y
sabe combinar lo que aprende con sus habilidades personales, alcanza la
integridad y llega a convertirse en un buen bailarín o bailarina.
martes, 28 de noviembre de 2017
TRANSFORMACIONES EN LOS MODOS DE BAILAR TANGO
Por Lidia Ferrari. Artículo publicado en B.A. TANGO, Año IV - Número 71 - Marzo 1998 en Buenos Aires, Argentina.
Cuando alguien llega al tango, ya sea como espectador o para aprender a bailar, es muy difícil que advierta diferencias de estilos. Las comunidades tangueras, el tiempo (ese gran maestro), la experiencia, las horas de navegación en la pista, los sitios recorridos y las personas con que se baila y los distintos profesores con los que se aprende a bailar van nutriendo el aprendizaje. Con el progresivo conocimiento se va agudizando la mirada y comienzan a aparecer diferencias, variaciones que antes no se notaban.
Gradualmente se va reconociendo una diversidad de estilos. En la actualidad hay numerosas discusiones sobre los estilos del tango. El problema de las discusiones fanáticas sobre los estilos de tango es que a veces llevan a las personas menos experimentadas a tomar partido apresuradamente (2). Lo cierto es que el tema no es de vital importancia para quien comienza a aprender. No se debe confundir entre los estilos del tango, esas formas que se han ido estableciendo para bailar el tango, con el estilo personal que cada uno adquiere en su baile. El estilo propio no está sustentado solamente por aquél del maestro con el que se aprende. Los maestros señalan un camino, pero existen otras variables que influyen: personalidad, habilidades, oído musical, vivencias, características corporales, sensibilidad, gustos, afinidades, cultura estética, que son las que van nutriendo aquello que será lo que va a conformar ya no sólo el estilo de tango con el que se baila sino el propio estilo personal.
Es difícil llegar a un estilo personal sin haber pasado por una experiencia rica de prácticas, aprendizaje y milongas. Copiar el estilo de un maestro es una cosa y adquirir un estilo propio es otra. Pero el estilo personal se construye con el tiempo y la experiencia. Es como para la construcción de una casa. Debemos comenzar por los cimientos. Los adornos, la decoración vendrán después. Nadie puede colocar los cuadros antes de haber levantado las paredes. Por eso es importante un buen y sólido cimiento.
Ahora bien, cuando se discute con respecto a los estilo o formas de bailar el tango establecidos (milonguero, de salón, fantasía, canyengue, etc.) se tiende a considerarlos como algo estático, como si desde que se inventó el tango hubieran estado claramente definidos. Asi como cada bailarín construye su forma de bailar con los años, también los estilos que se han ido conformando no son estilos creados y cerrados de una vez para siempre. Son laboriosas construcciones de arte popular colectivas que se van transformando. Una época en la que predomina el tango para espectáculos los grandes maestros pueden salir de ahi. 'Luego, puede venir un tiempo en que comienzan a florecer las milongas y algunos maestros surgen de ese espacio. A su vez estos estilos se van entremezclando, modificando, creciendo, consolidando y, entonces, lo que creemos que es un estilo "auténtico" desde los orígenes, en realidad ha sido una transformación con el paso del tiempo y de las personas, lo que no lo hace menos "verdadero".
Sería interesante que las polémicas sobre los estilos no empequeñecieran al tango, como resulta cuando en verdad se discuten mercados potenciales o los orgullos personales. Seria más interesante que la discusión sobre los estilos se hiciera para profundizar los conocimientos y para enriquecer al tango.
En general, los estilos surgen de las modificaciones originadas en los valores culturales y las condiciones sociales de los ambientes donde se baila. En la etapa del "adecentamiento" del tango la forma de bailarlo sufre importantes modificaciones.
JOSÉ GOBELLO(3) cita a VIEJO TANGUERO, cronista del diario Crítica de Buenos Aires, que en 1913 dice: "En este barrio el tango sufrió grandes innovaciones, cambiando no solamente sus figuras sino también su elasticidad y contoneos, que fue la interesante caracteristica de origen. Interpretado por muchachas en su mayor parte italianas, no se adaptaban al movimiento que le imprimían los criollos de cepa y fue entonces que se le dio el nombre de "tango liso". La modificación se hizo casi general, perdiendo el aire primitivo. Por tal motivo muchos de los que alli bailaban fracasaban en las academias. sin embargo, aficionados de nombre, como el flaco Saúl, por ejemplo, se identificó con los dos estilos y bailaba con igual facilidad en uno u otro salón". Las polémicas de entonces no son las mismas que las de ahora. Los estilos permanecen y, a la vez, se modifican. Por ejefnplo, en la actualidad la polémica entre los estilos no se debe a razones de moralidad o prejuicio cultural. Sin embargo, los estilos siguen su marcha de transformación, así como las polémicas continúan y el tango permanece.
Notas:
(2) Me ha comentado un aficionado de una ciudad no muy grande de Europa, con una comunidad tanguera muy pequeña e incipiente, que existen entre ellos desavenencias entre los grupos que practican estilos diferentes. Contaba que ellos todavía no conocen muy bien de qué se tratan esas diferencias y ya están peleados.
(3) "Crónica General del Tango", Ed. Fratema, Buenos Aires, 1980, pág. 37.
Cuando alguien llega al tango, ya sea como espectador o para aprender a bailar, es muy difícil que advierta diferencias de estilos. Las comunidades tangueras, el tiempo (ese gran maestro), la experiencia, las horas de navegación en la pista, los sitios recorridos y las personas con que se baila y los distintos profesores con los que se aprende a bailar van nutriendo el aprendizaje. Con el progresivo conocimiento se va agudizando la mirada y comienzan a aparecer diferencias, variaciones que antes no se notaban.
Gradualmente se va reconociendo una diversidad de estilos. En la actualidad hay numerosas discusiones sobre los estilos del tango. El problema de las discusiones fanáticas sobre los estilos de tango es que a veces llevan a las personas menos experimentadas a tomar partido apresuradamente (2). Lo cierto es que el tema no es de vital importancia para quien comienza a aprender. No se debe confundir entre los estilos del tango, esas formas que se han ido estableciendo para bailar el tango, con el estilo personal que cada uno adquiere en su baile. El estilo propio no está sustentado solamente por aquél del maestro con el que se aprende. Los maestros señalan un camino, pero existen otras variables que influyen: personalidad, habilidades, oído musical, vivencias, características corporales, sensibilidad, gustos, afinidades, cultura estética, que son las que van nutriendo aquello que será lo que va a conformar ya no sólo el estilo de tango con el que se baila sino el propio estilo personal.
Es difícil llegar a un estilo personal sin haber pasado por una experiencia rica de prácticas, aprendizaje y milongas. Copiar el estilo de un maestro es una cosa y adquirir un estilo propio es otra. Pero el estilo personal se construye con el tiempo y la experiencia. Es como para la construcción de una casa. Debemos comenzar por los cimientos. Los adornos, la decoración vendrán después. Nadie puede colocar los cuadros antes de haber levantado las paredes. Por eso es importante un buen y sólido cimiento.
Ahora bien, cuando se discute con respecto a los estilo o formas de bailar el tango establecidos (milonguero, de salón, fantasía, canyengue, etc.) se tiende a considerarlos como algo estático, como si desde que se inventó el tango hubieran estado claramente definidos. Asi como cada bailarín construye su forma de bailar con los años, también los estilos que se han ido conformando no son estilos creados y cerrados de una vez para siempre. Son laboriosas construcciones de arte popular colectivas que se van transformando. Una época en la que predomina el tango para espectáculos los grandes maestros pueden salir de ahi. 'Luego, puede venir un tiempo en que comienzan a florecer las milongas y algunos maestros surgen de ese espacio. A su vez estos estilos se van entremezclando, modificando, creciendo, consolidando y, entonces, lo que creemos que es un estilo "auténtico" desde los orígenes, en realidad ha sido una transformación con el paso del tiempo y de las personas, lo que no lo hace menos "verdadero".
Sería interesante que las polémicas sobre los estilos no empequeñecieran al tango, como resulta cuando en verdad se discuten mercados potenciales o los orgullos personales. Seria más interesante que la discusión sobre los estilos se hiciera para profundizar los conocimientos y para enriquecer al tango.
En general, los estilos surgen de las modificaciones originadas en los valores culturales y las condiciones sociales de los ambientes donde se baila. En la etapa del "adecentamiento" del tango la forma de bailarlo sufre importantes modificaciones.
JOSÉ GOBELLO(3) cita a VIEJO TANGUERO, cronista del diario Crítica de Buenos Aires, que en 1913 dice: "En este barrio el tango sufrió grandes innovaciones, cambiando no solamente sus figuras sino también su elasticidad y contoneos, que fue la interesante caracteristica de origen. Interpretado por muchachas en su mayor parte italianas, no se adaptaban al movimiento que le imprimían los criollos de cepa y fue entonces que se le dio el nombre de "tango liso". La modificación se hizo casi general, perdiendo el aire primitivo. Por tal motivo muchos de los que alli bailaban fracasaban en las academias. sin embargo, aficionados de nombre, como el flaco Saúl, por ejemplo, se identificó con los dos estilos y bailaba con igual facilidad en uno u otro salón". Las polémicas de entonces no son las mismas que las de ahora. Los estilos permanecen y, a la vez, se modifican. Por ejefnplo, en la actualidad la polémica entre los estilos no se debe a razones de moralidad o prejuicio cultural. Sin embargo, los estilos siguen su marcha de transformación, así como las polémicas continúan y el tango permanece.
Notas:
(2) Me ha comentado un aficionado de una ciudad no muy grande de Europa, con una comunidad tanguera muy pequeña e incipiente, que existen entre ellos desavenencias entre los grupos que practican estilos diferentes. Contaba que ellos todavía no conocen muy bien de qué se tratan esas diferencias y ya están peleados.
(3) "Crónica General del Tango", Ed. Fratema, Buenos Aires, 1980, pág. 37.
sábado, 30 de septiembre de 2017
¿Cómo bailar un tango?
Verdaderos iconos del tango nos cuentan durante una hora, qué es el tango y qué significa bailarlo.
sábado, 13 de mayo de 2017
Tango Dance
Somos un grupo sin fines de lucro. Tango Dance nació en el Programa Integral para la Persona Adulta y Adulta Mayor (PIAM) de la Universidad de Costa Rica; con el propósito de disfrutar el tango, fomentar el aprendizaje y su cultura, construir buenas relaciones interpersonales, mantener una buena salud física y construir amistades. El grupo pretende ser constante en el aprendizaje de este tipo de baile, con la intención de disfrutarlo en milongas y bailarlo en escenarios públicos en afán de llevar esparcimiento a personas que estén en disposición de disfrutarlo como espectadores; por ejemplo en asilos de ancianos, escuelas, asociaciones de desarrollo, etc. La profesora Ginette Sánchez ha sido la persona que con sus enseñanzas ha motivado y guiado al grupo en esa dirección.
domingo, 26 de febrero de 2017
Códigos de la milonga
"Cuando
alguien aprende tango, desea tomar confianza para bailar en La Milonga”. En
esta preparación uno pone atención en la técnica, postura, comunicación,
pasos, música, manejo de la pista, coreografías etc. Pero casi nunca se
nos enseña con qué vamos a encontrarnos cuando pisemos una Milonga. Me
refiero a los códigos, rituales y tradiciones que populan en los lugares
bailables. Por eso si nunca asistió antes a una milonga, es conveniente asistir
con anterioridad para ablandarse y conocer los pormenores y rituales del
baile.
Las
milongas pueden ser muy diferentes entre si, ya sea en ambiente (serio,
relajado, familiar, tradicional, etc.) La manera de vestir, la música, la
iluminación, la edad de las personas que asisten y hasta el nivel de
baile varía con frecuencia. Pese a tantas diferencias, muchos de los
códigos son utilizados constantemente en todas las milongas.
Uno de
los más importantes es quizá el de elegir pareja o “sacar a bailar”. Lo más común
es que el hombre se ocupe de esta tarea, observando a las mujeres hasta elegir una.
De aquí se abren dos posibilidades. Una, el Cabeceo: si se realiza
contacto visual con la dama, el hombre hace un gesto, movimiento o una
inclinación sutil con la cabeza. (Se entiende que si la mujer lo mira, es
porque desea bailar con él). Una vez que la mujer contesta de la misma o
similar manera, el hombre se acerca a la mesa (mientras ella lo espera) y
al llegar ambos se dirigen a la pista comenzando así el baile.
En
algunas milongas, se usa que los hombres solos se sienten de un lado, las
mujeres solas enfrente, y las parejas en los laterales (lugares tradicionales
generalmente). Otra opción usada, es cuando el hombre va directamente hacia la
mesa de la dama o se pasea por la milonga, hasta encontrar una bailarina de su
gusto, y allí pregunta verbalmente o con un gesto si ella desea bailar. Este
último modo, trae consigo el riesgo de que la mujer de una negativa, por tanto
si la mujer declina el ofrecimiento, el hombre debe agradecer y retirarse por
donde vino gentilmente. Es por eso que el cabeceo es un sistema seguro, cómodo
y muy discreto. Lamentablemente no todo el mundo tiene buena vista y atención,
y no todas las milongas tienen una disposición de espacio, en la cual se pueda
sacar a bailar con cabeceo, y muchas veces se debe recurrir a “ir a la mesa”.
Por otro lado, a muchos nos gusta correr el riesgo.
Luego hay
una tercera y muy rara opción, que la mujer proponga el salir a bailar. Esto
es algo muy inusual pero existe, tanto con damas que hacen contacto visual
como, con las que nos preguntan si deseamos bailar con ellas.
Uno de
los códigos mas importantes en muchas milongas, es el de respetar
las “tandas”.
En la
milonga, hay un sistema de baile que se cuenta en “Tandas”: 1 Tanda comprende:
cuatro
tangos, o cuatro valses o cuatro milongas** (muchas veces ordenados por orquestas
o intérpretes), una vez terminado el 4to tema musical, suena una música muy
diferente al tango. En general (rock, folklore, salsa, etc.). Esto es muy útil
ya que si alguien esta cansado/a o no gusta de su pareja como bailarín/a, puede
dejar de bailar en el cuarto tango sin tener que demostrárselo a la pareja. Es
bien visto que se saque a bailar al primer y segundo tema de la tanda. Digamos
que al tercer tema, se lo puede perdonar… pero al 4to, muchas veces la mujer
puede creer de que se la saca a bailar al último tema para probar como baila
(muchas veces con razón) sin correr riesgos. Claro que el hombre pudo estar
distraído y a veces sale a bailar en cualquier tema de la tanda.
Muchos
aprovechan el pequeño espacio entre cambio de tema para charlar o “chamuyar”.
En esto, los códigos, son un poco flexibles, ya que es común ver a los bailarines/as
extendiéndose en charlas, pero se suele decir que la pista es para bailar y las
mesas para charlar, por tanto no se debería permanecer mucho tiempo detenido en
la pista; sobre todo cuando todos ya empezaron a bailar.
Hay que
decir que muchas milongas no cuentan con este ingenioso sistema (las tandas),
lo cual hace de que muchos/as tengamos que bailar mas temas de los que queremos
por cortesía, y o tener que enfrentar la fea situación de parar el baile o que “nos
dejen en la pista”.
Cuando se
saca o se sale a bailar, nunca esta bien visto dejar a la pareja de baile antes
del cuarto tango, ya que muchos al observar esta situación pueden pensar que la
persona abandonada baila mal o tiene actitudes desagradables.
Es de muy
mal gusto ver que alguien “enseñe” durante los bailes en una milonga. La enseñanza
se deja para las clases o quizá en las prácticas. Aún así, muchas veces vemos
(hombres en su mayoría) tratando de corregir o enseñar cosas a las damas, mientras
obstruyen la circulación de la pista. (Además de que muchas damas odian esta actitud)
En la
cuestión de la pista, existe el código de que siempre se baila en dirección y
sentido “contra-horario”, caminar cuando hay lugar, no pasar a quien tengo
adelante, y no permanecer demasiado tiempo haciendo figuras que detengan la
circulación (Un código lamentablemente no muy usado). Esta mal visto ocupar
demasiado espacio haciendo figuras y coreografías espectaculares. Esto tiene
base en que al emplear demasiado espacio no se consigue mantener una buena
circulación de pista, y ni hablar de que a veces genera roces o tropiezos o
golpes con otras parejas.
La
higiene también forma parte de un código. Estar limpio, fresco y con buen
aliento es fundamental. Hay bailarines/as que hasta llevan ropa de recambio en
tiempos calurosos.
Muchos de
estos códigos pueden parecer antiguos o obsoletos pero siguen existiendo vivamente,
cada quien elegirá cual adoptar, cual desdeñar, o cual inventar, pero siempre
teniendo presente que el tango es un baile social, donde se comparte la pista y
la danza entre varias parejas. Por tanto, el respeto de compartir la danza
entre todos debe de
ser la base para cualquier código.
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