El tango llegó a Costa Rica en los inicios del siglo XX, lo hizo a través de
las casas disqueras de aquel momento y comenzó a difundirse especialmente por
la radio. A partir de 1930 se comienza a interpretar tango, después de la misa
de tropa, en los parques capitalinos, alternando con otros géneros como el
bolero, paso doble, danzones y sones. El público disfrutaba escuchar tangos,
especialmente al ídolo del momento “Carlos Gardel. Posteriormente algunas
películas en las que predominaba el tema “tango” llegaron a acaparar la
atención del público costarricense; sin embargo, la milonga como evento bailable aún no
llegaba a posicionarse dentro del gusto del público tico.
Milonga es
una palabra asociada a dos conceptos diferentes: primer "milonga como género
musical" (variedad de tango) y segundo la "milonga como evento" un evento en el
que varias personas se reúnen para bailar tangos.
En Costa Rica, el primer
antecedente que da cuenta del tango (enseñanza y baile) tiene que ver con la
fundación de la academia de baile Fantasía del Tango, fundada en febrero de
1989 por Ricardo Jara y Max Boza, con el nombre “Rumores de Tango” Esta
agrupación realiza su primer espectáculo de baile en el programa de televisión “La
Esquina del Tango” conducido por el Dr. Fernando Tristán. La primera agrupación
de bailarines que tuvo Fantasía del Tango estuvo constituida por Ricardo Jara,
Norem Rojas, Elsa Mena y Máx Boza. Luego se sumaron nombres como Verónica Vasco,
Marta Azofeifa, Bernarda Peña, las hermanas María Luisa y Ana María Núñez,
Pamela Camacho, Ginette Sánchez, Roberto Ávila, Irene Serrano, Raquel Muñoz,
Dennis García, Laura Gaspar, Marco Rodríguez, y David Hernández.
Con el
inicio del siglo XXI la enseñanza del baile del tango comienza a diversificarse,
debido al surgimiento de nuevas academias y grupos artísticos, entre los que
destacan; la “Academia de Artes Promenade” dirigida por la bailarina
costarricense Mercedes Barboza; Tango Saudade a cargo de la bailarina Pamela
Camacho; el grupo “Costa Rica Tango” fundado en el 2010 por Mayra Chauta; el grupo Malajunta integrado Silvia Astorga y
Laura Elizondo, Rubén Madrigal y Jason Arce y recientemente la Academia de
Artes Novakinesis. Al igual que la primera, estas otras agrupaciones
han promovido la organización de muchas milongas en Costa Rica.
Aparte del
impacto generado por las academias y grupos antes mencionados vale destacar la
contribución de bailarines independientes que con su liderazgo y dotes artísticos
han fortalecido el desarrollo de las milongas en Costa Rica; entre otros Oscar López S., Víctor
Mello, Alejandra Solano, Luis Cuadra, Ronald Villalobos, Anayancy Carmona,
Cristina Aravena e Ilona Leiva. Gracias al
conglomerado de esfuerzos y la participación de tanta gente interesada en las
milongas; es que este tipo de eventos han mejorando en calidad y frecuencia.
Al iniciar el año 2018 puedo asegurar que casi todos los días de la semana
tenemos una milonga en algún lugar del país, especialmente en San José, la
capital)
Bibliografía consultada: Mondol, Mijail. Tango arrabal y modernidad en Costa Rica. Editorial CR. También se consultó información en Internet.