En Latinoamérica, también adopta diversas modalidades según cada país: el vals ranchero o mejicano; el vals peruano, de pasos más cortos; el vals criollo que en su desarrollo se convierte en lo que algunos denominan vals tango, por su orquestación en las formaciones típicas.
Ya en 1810, el vals europeo se danza en Buenos Aires y en Montevideo, con especial auge en los sectores sociales más altos, reemplazando a las danzas antiguas y conviviendo con otras formas nuevas: polcas, shotis y habaneras.
Cuando el pueblo comienza a expresarse con este ritmo, nace el vals criollo, al principio en las cuerdas de los payadores y enriquecido más tarde, con el aporte de la inmigración. Los músicos del tango lo incluyen en sus repertorios, regalándonos bellísimas obras. Tomado de Todotango.com
El vídeo adjunto presenta una pareja del siglo XXI bailando un vals.